¿Qué tienes en la mano?
Moisés estaba al borde de la muerte cuando Faraón dicta el edicto de que todos los varones del pueblo de los Hebreos debían morir, sin embargo Dios lo salva al hacer que se le pusiera en una canasta y la hija de faraón lo rescata y lo cuida. Moisés se convierte con el tiempo en un miembro de la corte egipcia y durante cuarenta años aprende a vivir como rey. Aprende a tener lo mejor y su carácter se vuelve soberbio y acostumbrado a hacer su voluntad. Dios que lo requería para hacer un trabajo dentro de su reino, sabe que Moisés no estaba capacitado para hacerlo, porque en el reino de Dios se requiere gente valiente, gente que este dispuesta a dar la vida por la causa, pero Moisés era débil, acostumbrado a lo bueno y no dispuesto a dejarlo.
Entonces Dios decide humillarlo, es decir prepararlo para su servicio y después de vivir en la corte lo lleva al desierto. Nadie puede servir al Señor sin haber pasado por el desierto, por este lugar que a nadie le agrada. (La vida en el desierto: es difícil y llena de trabajo y disciplina). En el desierto la gente se tiene que parar temprano a trabajar, porque sino el sol del medio día acaba, chupa las energías y los hombres desfallecen.
En el desierto no se puede desperdiciar nada de las provisiones, ahí es importante hasta la ultima gota de agua. Dios sabe que si nos graduamos en la universidad del desierto podremos hacer cualquier cosa, sin quejarnos, sin lloriquear como niños en lo brazos de Miami. Con esto Dios nos enseña a ser siervos de hechos y no de palabras. Nos enseña a usarlo que tenemos y a no blasfemar, sino a adaptarnos a las situaciones.
I. DIOS QUIERE QUE USEMOS LO QUE TENEMOS EN LA MANO (EX. 4:2):
A) Muchos queremos trabajar para Dios si es que nos da lo que le pedimos:
Con toda la mesa puesta
Con una Iglesia bonita: Alabanza, sin problemas, sin pecado.
Le decimos si trabajo pero dame el don de ser el mejor predicador (Somos como Moisés, nos acostumbramos a tener todas las comodidades).
B) Pero Dios quiere que trabajes con lo que tienes en la mano, es decir con lo que te ha dado y en donde te lo ha dado. En el Versículo que acabamos de leer se nos enseña que Dios le dice a Moisés ¿Qué tienes en la mano? y Moisés se sorprende y le dice una vara, una simple y sucia vara con la que apaciento a las ovejas de mi suegro. Quizás en esos momentos Moisés piense que para que puede servir esas vara ya que es un simple tronco que se encontró y que ya esta desgastado por que lo a usado 40 años al servicio de jetro. Y quizás así pensamos muchos que lo que tenemos no le sirve al Señor: (quizás estamos esperando que nos de algo mejor o más bonito, pero eso no funciona así). (Marcos Witt y su grupo).
C) quizás tengas tan solo: (Una gran caminata de 1000 millas)
Un pandero, Úsalo para la gloria de Dios
Tan solo tu voz
Tan solo tus Pies
Quizás la Iglesia donde estas no es muy Bonita o grande o lujosa, quizás la gente que te rodea no sea muy culta o quizás no ganes mucho.
RECUERDA QUE DE LO POCO EL SEÑOR PUEDE HACER MUCHO: DE LOS PECES Y LOS PANES DEL NIÑO ALIMENTO A MILES:
Unas de las causas que no nos dejan usar lo que tenemos en la manos son las siguientes:
I. EL NO TERMINAR LO QUE COMENZAMOS (EC. 7:8):
A) ( Grande es el arte de iniciar algo, pero mayor el de terminarlo) Debemos terminar todo aquello que comenzamos, porque es precioso ver nuestra obra concluida, sin embargo tenemos mucho entusiasmo en algo que nos motiva y después ya no queremos o nos desanimamos.
B) Jesús concluyo todo lo que empezó. El empezó un ministerio que sabía que lo llevaría a la muerte y sin embargo lo termino. El terminar algo cuesta (Getsemani), pero debemos hacerlo: no se si les ha pasado que inician algo y no terminan: Ejercicio, buenos propósitos, metas, planes, trabajos, estudios (Nuestros jóvenes). (Fil. 1:6).
II. EL COMPARARNOS CON OTROS (II COR. 10:12):
Dios nos ha encargado algo especifico a cada uno de nosotros y no tiene que ser lo mismo que al pastor o que al cantante famosos, sino una misión especial que te ha dejado a ti, específicamente. Sin embargo casi siempre estamos comparándonos con otros o con el trabajo o las cosas que desempeñan esos otros. (El capitán). El compararnos puede ser malo o bueno:
A) Malo: Porque nos intimida, es decir que cuando vemos lo grande que han sido o que son otros, pues como que pensamos que no vamos ha poder hacer las cosas. (Genera complejo de inferioridad).
B) Bueno: Nos inspira, cuando vemos lo que Dios ha hecho en la vida de otros siervos de Él y de como los ha usado, aun sin ser tan diestros (Los pastores, los pescadores). Nos debe de infundir aliento para saber que de igual forma nos pede usar a nosotros. (Leer biografías, historias de grandes hombres de Dios) (Nos dejan leer los sermones de otros, sus ministerios).
Para Dios no hay nadie pequeño, para el todos somos grandes (La viuda de las monedas).
CONCLUSIÓN:
Usa lo que tienes con determinación no dudando de que puedes hacer grandes cosas para Dios y que a la vez te darán seguridad en ti mismo y en el poder de Dios. Recuerda que con una simple vara: Moisés:
- Guió al pueblo
- Hizo prodigios, milagrosos.
- Dio agua
- Abrió el mar rojo
Imagina todo lo que puedes hacer para la gloria de Dios con lo que tienes en la mano, ya deja de ser mediocre y sirve al Señor con celo y disposición y el te recompensara en todas las áreas de tu vida.
No digas yo serviré al Señor hasta que el me de esto o aquello, hasta que se solucione mi problema con mi esposa, etc. Dile al Señor que realmente lo quieres servir y Él te dará todo lo demás por añadidura.
Pastor Roberto Ramírez
Tema: ¿Qué tienes en la mano?
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