Conversación con Dios
Cuando éramos niños, es posible que la "técnica del silencio" funcionara bien cuando no queríamos hablar con la gente. Pero siendo ya adultos, esa opción rara vez existe.
Cuando éramos niños, es posible que la "técnica del silencio" funcionara bien cuando no queríamos hablar con la gente. Pero siendo ya adultos, esa opción rara vez existe. Vivimos en un mundo lleno de comunicación constante. Las buenas noticias son para ser compartidas, y los días difíciles exigen aliento y consuelo. Dios nos ha dado muchas oportunidades para desarrollar el acercamiento a través del intercambio verbal.
¿Qué de nuestra relación con Jesús? La comunicación con nuestro Salvador es tan importante como nuestra conversación con amigos y familiares; en realidad, mucho más importante. Necesitamos abrirle nuestro corazón al Señor para dejar que Él nos guíe a las decisiones y soluciones correctas para nuestras vidas. Gracias al ejemplo de Jesús y a la abundante iluminación de las Escrituras, somos capaces de entender mejor cómo orar a nuestro Dios.
El Padrenuestro (Lc.11:2-4) es un excelente modelo de oración que nos enseña a:
Reconocer el papel de Dios como nuestra autoridad (v. 2).
Someternos a Su voluntad (v. 2).
Confiar en la provisión del Señor (v. 3).
Entender el perdón de Dios y nuestra responsabilidad de perdonar (v. 4).
Confiar en que Dios nos librará del mal y de la tentación (Lucas 11:4).
Incluir la alabanza, las peticiones, el arrepentimiento y la obediencia en nuestras oraciones.
"Necesitamos abrirle nuestro corazón al Señor para dejar que Él nos guíe a las decisiones y soluciones correctas para nuestras vidas"
Jesús y los apóstoles nos enseñan lo esencial de la oración:
La oración no es para impresionar (Mt. 6:6).
Hay que evitar el vocabulario florido y el parloteo (Mt. 6:7).
La humildad y la obediencia son las actitudes adecuadas en la oración, como lo demostró Jesús antes de su arresto (Lc. 22:41, 42).
Al igual que los apóstoles, debemos dedicarnos a la oración (Hechos 1:12-14).
El ejemplo dado por Jesús en Juan 17 de una vida de oración genuina se centra en:
Su relación con Dios (vv. 1-5).
Sus seguidores y la relación de éstos con Dios (vv. 6-19).
Su preocupación por la unidad de los creyentes (vv. 20-26).
Preguntas para reflexionar
¿Está usted apartando tiempo de calidad cada día para comunicarse con Dios? ¿O está aplicando la "técnica del silencio con Él?
¿Qué tipo de oración cree usted que glorifica más a Dios?
Pastor Roberto Ramírez
Tema: Conversación con Dios
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