Dios Interrumpe tus Planes
Bendiciones
Dios te va a usar, si tú aceptas su interrupción de tus planes, y los cambias por los planes divinos que Él tiene para ti, y que te llevarán al lugar que Él te ha prometido. Recibe esta palabra.
Todos nacemos con un propósito, y tenemos el deseo de que nos sea revelado; pero tú no vas a descubrirlo, hasta que aceptes, en obediencia, lo que Dios te está pidiendo. El reto, y tu obediencia a ese reto, te posicionan para tú poder, entonces, vivir la vida plena de Dios.
María, seguramente, se cuidó desde muy pequeña. Estaba desposada con José, y habían hecho planes, que Dios interrumpió. José se fue por un año a trabajar para tener qué ofrecerle a María, y estando fuera llegó el llamado de Dios a sus vidas. ¿Cuántas cosas han interrumpido tus planes? Si hay algo que pueda frustrarte, es hacer planes y, en cuestión de un instante, verlos desaparecer. ¿De qué le sirvió a José su trabajo, si terminó en un pesebre? ¿De qué le sirvió a María cuidarse, si muchos la juzgarían? Una intervención de Dios interrumpió sus planes. Cuando las cosas no van como planificamos, nos frustramos. ¿Podrás tú aceptar la interrupción de tus planes como algo divino, y decirle a Dios: Hágase como tú quieres que se haga conmigo?
Cuando tú te atreves a ir por un camino que tú no planificaste, creyendo que, a pesar de la interrupción, lo que se va a cumplir en tu vida es la voluntad de Dios, el miedo se cambia en adoración y expectativa. Acepta la interrupción de Dios como parte de su plan para ti. A donde sea que te lleve este nuevo camino, allí Dios tendrá algo para ti; tú también serás llamado, a través de las generaciones, bienaventurado, no porque todos tus planes se vayan a cumplir, sino porque, a través de ti, se habrán cumplido los planes de Dios.
Quizás estás frustrado, insatisfecho; querías terminar ciertas cosas, y parece que no podrás hacerlo. Dile al Señor: Hágase tu voluntad. Quizás llegues a un pesebre, pero vive en la voluntad de Dios, obedeciendo, sabiendo que su plan es más importante para tu vida. No es que no hagas planes, porque Dios no escoge gente desordenada; pero tus planes son secundarios a los de Dios. Dios escoge gente obediente y disciplinada. Él no podía escoger cualquier jovencita, sino una que se hubiera guardado. Así que no pienses que se trata de asumir una actitud irresponsable, diciendo: Que sea lo que Dios quiera. El que tú hagas planes es lo que te capacita para que Dios te escoja. Lo que tú tienes que entender es que tus planes no son los que te dan satisfacción; como persona responsable, planifica; pero tu satisfacción está en que se cumplan los planes de Dios, a través de tu vida. Quizás te encuentras en un pesebre, pero entiende que, donde tú estás hoy, es parte del plan de Dios para tu vida; acéptalo, y comenzará a llegar gente de todas partes, para dejarte saber que vas en el camino correcto.
Planifica, y acepta la interrupción de Dios, aunque no sepas todo lo que va a pasar, porque Él va a estar contigo; pero, para entender esto, tienes que conectarte con la gente correcta. Esa fue Elizabeth para María. Y la respuesta de María fue que su miedo fue tornado en adoración. (Lucas 1:46-55) ¿Quién vive una vida plena? Aquel que, a pesar de sus miedos, se atreve a adorar a Dios, a hablar de la grandeza de Dios, a confesar con su boca todo lo que Dios va a hacer, entendiendo que el plan de Dios es más grande.
María entendió que, lo que Dios estaba haciendo con ella, trascendía, iba más allá de ella misma. Ahí es que tú comienzas a cambiar tu miedo en adoración; cuando tú realizas que, lo que Dios ha puesto dentro de ti, no es tan solo para libertarte a ti, sino a muchos. No es casualidad que tú estés, hoy, donde estás. Dios interrumpe tus planes, y te dice: Te voy a usar para algo más grande y poderoso. A través de ti, vendrá libertad y liberación para muchos; así que, deja de llorar porque el plan que tú tenías no salió como tú pensabas, y entiende que Dios te está llevando por un camino, para traer bendición y libertad, no tan solo a tu vida, sino a todo el que está a tu alrededor. Y la gente dirá: Bienaventurado eres.
¿Tendrá Dios la certeza de que, si interrumpe tus planes, tú lo vas a aceptar? Bendecidos y favorecidos son aquellos que Dios puede interrumpir sus planes y dirigir sus pasos por momentos inciertos, y lo único que recibe Dios de ellos es adoración en momentos de confusión. ¿Cuándo fue la última vez que, verdaderamente, tú adoraste a Dios? ¿O te has pasado quejándote porque las cosas no te están saliendo como tú pensabas? Tu vida de satisfacción comienza cuando tú cambias tu miedo por adoración. Pero nunca podrás hacer este cambio, si primero no obedeces a Dios. Cuando obedeces a Dios, y permites que Él interrumpa tus planes, entonces, donde Él te lleve, tú no tienes por qué temer, sino que le adoras, porque Él te va a dar la victoria, y muchos te llamarán, bienaventurado.
Quizás tú te ves en el pesebre, y piensas: A lo que he llegado. Pero siempre habrá quien reconozca que ha sido Dios obrando en tu vida. Si vives para ti, solo tú sabes lo que está pasando; pero, si vives para Dios, otros te dirán: Bendecido, bienaventurado; porque, por causa de tu obediencia, Dios habrá hecho grandes cosas con ellos también.
Deja el llanto, la tristeza; las cosas no van como tú pensabas, pero sí como Dios pensó para ti, y no tan solo tú serás bendecido, sino también aquellos a tu alrededor. Dios te va a usar para traer libertad a muchos, si tú aceptas su interrupción de tus planes, y los cambias por los planes divinos que Él tiene para ti, y que te llevarán al lugar que Él te ha prometido.
Pastor Roberto Ramirez
Tema: Dios Interrumpe tus Planes
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