Intercambia lo Bueno por lo Mejor
Bendiciones
No te conformes con lo bueno, porque no podrás ver las cosas mejores que puedes lograr. Recibe esta palabra.
"13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús." Filipenses 3:13-14
Uno de los más grandes desafíos que enfrentamos es el reto de nuestro pasado. Tu pasado se vuelve un gran obstáculo, en lo natural. Para comprar una casa, el banco verifica tu crédito, que no es otra cosa que tu historial, tu pasado. De la misma manera, cuando vas al médico, te pregunta tu historial, para diagnosticarte. Así que todos, de una u otra manera, tenemos que trabajar con situaciones de nuestro pasado. Cuando vamos a movernos a lo que Dios tiene para nosotros, el pasado es algo que nos persigue.
Estos versos son interpretados como que Pablo estaba dejando todo lo negativo atrás, pero si vemos el contexto, Pablo lo que está diciendo es que él va a dejar todo lo bueno que él tiene, porque él sabe que Dios tiene algo más.
"7 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo." Filipenses 3:7
Pablo no estaba hablando de dejar cualquier cosa, sino los logros que había alcanzado. Pablo había sido una persona de éxito, había logrado alcanzar muchas cosas; no era cualquier persona; tuvo que dejar muchas cosas para seguir a Cristo. Pablo no era un hombre pobre. Dios no permite que tú des las cosas del mundo por basura, y Él no tener para ti cosas más grandes. El problema es que, aun en las cosas de Dios, no es el pasado negativo lo que nos detiene, sino los buenos logros que hemos tenido.
El joven rico quería la clase de vida que Jesús tenía. Algo bueno tenía que tener la clase de vida de Jesús para que aquel joven rico la quisiera. Pero, para obtenerla, había que hacer lo que Jesús había hecho: Él dejó todo lo que él era en el cielo, para venir a la tierra. Aun en la tierra, Jesús no era cualquiera, sino el Hijo de Dios, multiplicaba panes y peces, cambiaba el agua en vino, sanaba a la gente. Dejó todo lo que tenía en el cielo, pero Dios le dio un nombre aquí en la tierra, que es sobre todo nombre; porque Dios lo que quiere es que tú intercambies lo bueno que Él te ha dado, por lo mejor que Él tiene para ti.
La meta no es alcanzar lo mejor, sino conocerlo a Él; y cuando lo conoces a Él, entonces, Él te da lo mejor.
Pablo dejó lo bueno, por lo mejor que Dios tenía para él. El joven rico no lo quiso dejar, no quiso dejar su posición de autoridad; esto era demasiado difícil para él. Aquel joven, al rechazar la oferta de Cristo, volvió a su vida, volvió a algo que era bueno, volvió a dinero, volvió a su posición; lo que nunca podremos descubrir es lo que él pudo llegar a ser, si hubiera seguido a Cristo.
Jesús llenó la barca de Pedro, y entonces le dice: Sígueme. Dios te pide que tú hagas cosas para Él, cuando todo te va bien. Cuando te va mal, cuando tu barca está vacía, es fácil ir a la iglesia, pero ir a la iglesia con la barca llena, ese es el desafío. Pedro tuvo que escoger entre su barca llena, o llegar a ser todo lo que Dios quería que él fuese. El llamado no fue: Sígueme, y te daré más barcas llenas; porque Dios no tiene que prometerte lo que Él ya te ha demostrado. Si Pedro se quedaba allí, Jesús no iba a vaciarle la barca, pero si le seguía, él le haría un pescador de hombres. Así que Pedro siguió a Cristo, no por lo que pudiera darle, sino por aquello en lo que Cristo le convertiría.
Tú tienes que aprender a dejar lo bueno de Dios. El problema de la sociedad, hoy, es que hemos convertido a Dios en el Dios de lo bueno, y él no es el Dios de lo bueno, sino Dios de lo mejor, Dios del supremo llamamiento, Dios de las cosas más grandes. Lo bueno está bien, pero Dios siempre tiene algo más grande para tu vida. Cuando tú entregas lo bueno, alcanzas cosas que, de otra manera, no habrías podido alcanzar.
Persigue lo mejor de Dios para ti. Esto no te asegura que no vayas a tener dificultades. Pedro negó al Maestro, y volvió a las barcas, pero a una barca vacía, porque cuando tú vuelves a lo bueno, siempre estás vacío, frustrado. Y Jesús, una vez más, llenó su barca; y, una vez más, Pedro dejó sus barcas llenas, sin llevar siquiera la barca a la orilla. Pedro sabía que aquello era bueno, pero no era lo mejor. Lo mejor era el pescado que Jesús le estaba cocinando a la orilla. Lo mejor es la comida que Jesús tiene para ti.
Deja en el pasado las cosas buenas, por las cosas mejores de Dios para tu vida. Deja los buenos momentos, por los mejores momentos de Dios. Hay gente que es buena en tu vida, pero no son la mejor gente que Dios quiere para ti. Hay trabajos buenos, pero no son lo mejor de Dios para ti. Tienes que arriesgar lo bueno, por lo mejor que Dios tiene para ti.
No te conformes con lo bueno, porque no podrás ver las cosas mejores que puedes lograr. Deja atrás las cosas buenas, y tú vas a ver lo mejor que Dios tiene para ti. Dios no permitirá que este intercambio te traiga frustración, sino que verás cosas que jamás habías pensado.
Pastor Roberto Ramírez
Tema: Intercambia lo Bueno por lo Mejor
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