Las Pequeñas Cosas que nos Frustran
En muchas ocasiones, no son las cosas importantes o grandes las que nos molestan sino son las pequeñeces las que nos frustran, y sino aprendemos a tratar con las cosas pequeñas, terminarán siendo cosas grandes.
Digamos que saliste de tu oficina después de un largo día, te subes al auto y conduces rumbo a tu casa, pero al llegar y tratar de estacionarte, vez que tus hijos han dejado sus juguetes en la cochera, por lo que tienes que pararte, bajar del auto y quitar los juguetes. Estás cansado, hace calor y comienzas a sudar moviendo tanto juguete; es una oportunidad obvia para estar molesto y frustrado, pero debes reconocer lo que está sucediendo.
El enemigo está tratando de robar tu paz y arruinar el tiempo con tu familia por tu irritación por algo que es relativamente pequeño en comparación a todo lo demás. Tienes que tomar la decisión que no permitirá que ese asunto se haga más grande; no te dés permiso de molestarte.
Tu dirás "Roberto, no puedo hacer eso porque soy una persona muy emocional, y me molesto fácilmente". No, tu puede hacer lo que quieras hacer. Dios dijo que Él nunca nos daría algo demasiado difícil para nosotros, y si tu deseo es suficientemente grande, sí puedes quedar calmado y tranquilo sin importar lo que venga contra ti en la vida.
"No desprecies lo que Dios ya te ha dado, ten una actitud de agradecimiento, ve lo mejor en cada persona y situación, y aprenda a ser feliz en el lugar en que te encuentres" Dios nos da su paz en nuestro corazón, pero nos toca a nosotros usar esa paz. Tenemos que aprender a usar la paz sobrenatural de Dios, especialmente en los momentos de presión. Tienes que escoger mantenerte alegre.
Cuando nos suceden las cosas negativas, nada cambiará sin importar cuánto griterío y escándalo hagamos.
La Biblia dice que somos como vapor, o neblina; que estamos aquí un momento, y luego desapareceremos. La vida pasa volando, así que no malgastes otro momento de tu valioso tiempo estando enojado, descontento o preocupado. El salmista dijo: "Este es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en él". Fíjate que no dijo que mañana estaría alegre, ni tampoco dijo que la semana entrante, cuando no tuviera tantos problemas, entonces se gozaría. No, él dijo: "Este es el día". Este es el día que Dios quiere que esté contento y feliz.
Yo puedo oír que dicen: "Estoy esperando que Dios cambie mi situación". Eso puede sonar muy bien, pero la verdad es que Dios te está esperando a ti y si cambia tu actitud y comienzas a disfrutar el punto en donde estás en ese momento, Dios llegará y comenzará a hacer una obra en tu vida. Si siempre estás esperando que algún acontecimiento te haga feliz, te pasarás toda su vida esperando pues siempre habrá algo que "no está del todo bien" en tu vida, siempre tendrás alguna razón para no estar contento.
He escuchado decir: "En cuanto me case, entonces yo sé que seré feliz", pero amigo, si no estás contento antes de casarse, definitivamente no lo estará después de hacerlo. Algunas mujeres me han dicho: "Roberto, si oras para que encuentre un hombre, yo sé que sería feliz".
Su pareja no es el problema, en realidad. Ninguna persona puede hacerte feliz porque tu tienes que aprender a ser feliz en su interior.
Cierto que tu posiblemente tengas algunos problemas; las cosas en tu vida pueden no estar perfectas. Posiblemente desea ser más guapo o más hermosa, más talentoso o con más dones. Puede desear haber nacido con más factores a tu favor, pero no puede permitir que aquellas cosas superficiales te roben el gozo, tienes que decir: "Dios, yo se que me hiciste así a propósito".
Este es tu plan, y tú me has dado lo que tengo en mis manos para trabajar con eso, no me quejaré ni tendré una actitud negativa. No viviré mi vida desando que todo hubiera sido diferente, deseando ser alguien más. Padre, voy a tomar lo que tú me has dado y haré lo mejor que pueda con ello, estaré contento con la persona que tú me hiciste, y disfrutaré de mi vida a pesar de mis faltas".
No desprecies lo que Dios ya te ha dado, ten una actitud de agradecimiento, ve lo mejor en cada persona y situación, y aprende a ser feliz en el lugar en que te encuentres. Aquí está la clave: Florece donde has sido plantado. Puede ser que no te encuentres en el lugar que desearía estar hoy, quizá no tenga el matrimonio perfecto, o no tengas el trabajo perfecto; la vida posiblemente no salió exactamente como tu habías esperado, pero tienes que tomar la decisión que te pondrá la mejor cara posible a la situación. Aprende a ser feliz a pesar de tus circunstancias.
Pastor Roberto Ramírez
Tema: Las Pequeñas Cosas que nos Frustran
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