LOS RESULTADOS QUE TÚ ESPERAS
El general Douglas McArthur escribió en una ocasión una petición a Dios por su hijo. En la oración, le describe todo lo que él quiere que su hijo sea, el hombre en que él quiere que su hijo se convierta, y pide a Dios que le permita levantar a un hijo fuerte, valeroso, orgulloso, humilde, que sea un hombre de palabra, que conozca Dios, compasivo, simple, de mente abierta, manso, sabio, que tenga un corazón claro, con metas altas, que tenga dominio propio, sentido del humor, que tome las cosas en serio; y le pide a Dios que lo dirija en sus momentos difíciles. McArthur concluye diciendo que, cuando alcance y vea que su hijo es así, entonces, podría decir: No he vivido en vano.
Cuando miras la oración de este General, un hombre que había alcanzado grandes cosas, que había llegado a uno de los puestos más importantes en el ejército, verás que su oración no fue para que su hijo siguiera sus pasos a una carrera militar; su oración, y lo que dice él que haría que todo lo que él hizo tuviese valor, es que Dios cumpliera su petición. Solo una persona con grandes logros, como el general McArthur, es la que puede hacer y darle verdaderamente darle sentido a una oración como esta. Siendo una persona de tan grandes logros, su definición de éxito estaba basada en alcanzar formar a su hijo en un hombre con ciertas características claras. ¿Cuáles serían los logros que tú deseas obtener para que, en los últimos días de tu vida, puedas decir: Valió el esfuerzo?
En los tiempos que vivimos, por más que existen adelantos científicos y tecnológicos, una de las cosas que más se experimenta es la incertidumbre acerca del futuro. El futuro se ve incierto, no se sabe a dónde se va, hay quinientas especulaciones de lo que va a ocurrir. Esta incertidumbre, lamentablemente, hace que mucha gente deje de planificar para un futuro. Muchos dejan de soñar y de tener expectativas. Lo que piensan es que, si no ocurren ciertas cosas, ¿para que esforzarse? Si no sé qué va a pasar con mi vida, ¿de qué sirve todo esto? Comienzan a entrar en la mentalidad de, únicamente, disfrutar el presente, sin darse cuenta que uno de los momento más peligrosos en la vida de un hombre es cuando vive únicamente en el presente.
Cuando se vive en el presente, se vive para disfrutar el día de hoy, el momento, y se cometen errores porque, como muchos dicen, se vive una sola vez en la vida. La gente que piensa así, comete un sinnúmero de atrocidades; toman malas decisiones porque viven única y exclusivamente pensando en que lo único que tienen es el presente. Por el contrario, aquellos que saben que tienen futuro, aquellos que tienen expectativas y planes en Dios, son capaces de tomar decisiones firmes en los momentos de tentación.
José sabía, desde sus 17 años, que Dios tenía un gran sueño para él, que algún día llegaría a hacer algo grande. Mientras fue esclavo, fue tentado por algo que ponía en peligro el futuro que Dios le había mostrado. La esposa de su jefe le propuso se acostara con ella, a lo que no accedió, porque sabía que no podía fallarle al Dios de sus sueños. Pero lo que le ayudó a tomar esta decisión y a mantenerse firme en ella, fue la esperanza de un sueño, de un futuro que deseaba alcanzar. Si José se hubiese acostado con aquella mujer, lo que estaba diciendo era: No creo que tenga algo más allá de lo que estoy viviendo hoy. Lamentablemente, cuando pensamos con tal incertidumbre, dejamos de vivir la vida que Dios quiere que vivamos.
Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria. Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba; y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré. 4 Pero yo dije: Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas; pero mi causa está delante de Jehová, y mi recompensa con mi Dios. Isaías 49: 1-3
Aquí el profeta dice: Dios me guardó, Dios me escogió, Dios me llamó. Pero después que describe todo lo que Dios ha hecho con él, de dónde él sale y cómo Dios lo había cuidado, dice: Pero en vano he trabajado, nada de lo que he hecho tiene valor, nada tiene sentido. Es interesante que, los más grandes hombres de Dios, en un momento dado, tuvieran ese pensamiento. Le pasó a Elías, que después de aquella gran victoria donde derrota a los cuatrocientos profetas de Baal, a causa de una amenaza que atentaba contra su futuro, se metió en una cueva, detenido, pensado que la vida se le iba a acabar.
Cuando vives en esa incertidumbre, comienzan a llegar un sinnúmero de pensamientos llenos de miedo, llenos de temor, que detienen la obra y los planes de Dios para tu vida. Pero, hoy, Dios quiere dejarte saber que tú sí tienes futuro, y que lo que has hecho no es en vano, que lo que has hecho no se ha perdido. Dios te dice, antes de que comiences, que no será en vano, que las dificultades no serán en vano. Tienes que salir, hoy, de la incertidumbre, de pensar que el trabajo que está delante de ti no va a tener los resultados que has estado esperando. Dios te dice: Yo sé los planes que tengo para ti, planes para lo bueno y no para lo malo, para darte un futuro y una esperanza.
Pastor Roberto
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