Bendiciones
No mires mas tu pasado, mira lo que Dios tiene preparado para tu futuro. Las oportunidades que ya pasaron no sirven de nada, entra en el nuevo mover y las nuevas oportunidades que se te presentan, y no dejes pasar ni una más. Recibe esta palabra.
Un pensamiento que causa mucha frustración en la vida de las personas es el de la pérdida de oportunidades. En ocasiones, no aceptamos algún reto que se nos presenta, ya sea por miedo, culpa, falta de recursos; entonces, pasa el tiempo y, cuando miramos atrás, pensamos qué hubiera sido si hubiéramos tomado esa oportunidad que se nos presentó. El problema de entrar en ese pensamiento es que podemos perder de vista las oportunidades que tenemos en la actualidad.
En Juan 5:1, se nos narra el momento en que Jesús pasa por el estanque de Betesda. La Biblia dice que había en aquel lugar una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, y nos añade que, de tiempo en tiempo, un ángel bajaba al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.
Las personas que, por diferentes razones, dejan pasar una gran oportunidad, ven cómo otros la alcanzan, y sus actitudes reflejan la frustración y desesperación. Es muy triste que, aun dentro de la iglesia, cuando el Espíritu Santo se está moviendo de manera especial, hay quienes se quedan atrás y no entran en el mover de Dios. Mientras más oportunidades dejamos pasar, más frustración llega a nuestra vida. Sin embargo, en la historia del paralitico, la palabra nos señala que las oportunidades son para cualquiera; solo hay que levantarse y tomarlas. Muchos han desistido de moverse hacia el futuro y alcanzar cosas nuevas, por la frustración de que, en el pasado, otros han logrado obtener las oportunidades, y ellos no.
En el Nuevo Testamento, Jesús constantemente le hablaba a la gente de no perder la oportunidad que tiene para sus vidas. Un ejemplo es cuando Jesús ve cómo el pueblo de Jerusalén hablaba y murmuraba, lloró y comenzó a decir: Esta gente han perdido el día de su visitación. En otras palabras, han perdido la oportunidad de recibir un milagro y ser salvos. La perdieron por culpa de la tradición, la condenación, los miedos, y no entraron en lo que Dios tenía para ellos. Podrás pensar que lo que te ha sucedido es lo peor que te pudo haber pasado, pero lo realmente malo es no alcanzar lo nuevo que Dios tiene para tu vida. Si Jesús pasara delante de ti hoy, ¿se alegraría o lloraría de ver que no entraste en las oportunidades que te ha dado?
Los que recibieron un milagro de parte de Jesús, fueron aquellos que aprovecharon y se atrevieron; nada los detuvo. Podemos ver al ciego Bartimeo que, mientras la gente le decía que se callara, a él no le importaba y seguía clamando: Hijo de David, ten misericordia de mí. A este hombre no le importó lo que dijera la gente y aprovechó la oportunidad de ser sano. Por otro lado, la mujer Sirofenicia, la religión la excluía, pero ella no dejó pasar la oportunidad, y diciendo: Aun los perros comen de las migajas que caen de la mesa de su señor; y recibió su milagro. Hay quienes, con unas migajas, reciben el milagro que otros, con el pan completo, no reciben.
En una ocasión, Jesús visita a Marta y María; pero Marta, muy afanada con las tareas de la casa, pierde la oportunidad de sentarse a los pies de Jesús como lo había hecho su hermana; ciertamente, María escogió la mejor parte. Cuando su hermano Lázaro murió, al ver a Jesús llegar, le dice: Si hubieras estado aquí, no hubiera muerto. Jesús le dice que no se enfoque en el pasado o en el futuro; que él está ahora, y él es la resurrección y la vida.
De la misma manera, tu milagro esta aquí hoy. No sigas cuestionando el porqué han sucedido las cosas, y buscando los culpables de lo que ha sucedido. Esto fue lo que hicieron los religiosos ante la ceguera del joven, ciego de nacimiento, cuando preguntaron quién había pecado, si este o sus padres. Tampoco hagas como el paralítico, que da la excusa de que nadie le ayudaba para llegar al estanque primero que los demás. Dios está hoy diciéndote que él tiene la llave de tu bendición; no dejes pasar la gran oportunidad. Dios es el autor de tu bendición. Cada vez que dejas pasar una oportunidad, dejas pasar la vida que Dios quiere para ti.
No mires mas tu pasado, mira lo que Dios tiene preparado para tu futuro. Las oportunidades que ya pasaron no sirven de nada, entra en el nuevo mover y las nuevas oportunidades que se te presentan, y no dejes pasar ni una más.
Pastor Roberto Ramírez