Provisión te va a Perseguir
Bendiciones
Saldrás, hoy, con el oído afinado para escuchar la próxima instrucción de Dios y tener la victoria que Él te prometió. Obedece su voz, y provisión te va a perseguir dondequiera que tú vayas, en el nombre de Jesús. Recibe esta palabra.
Muchos cristianos le piden a Dios confirmación tras confirmación, y están esperando señales para tomar acción. Cuando oran, se obsesionan tanto por recibir una respuesta que comienzan a ver señales y símbolos en todo. ¿Sabes cuánta gente ha cometido errores por seguir las señales incorrectas y por pensar que las señales son instrucciones?
Hay gente que toma las señales como órdenes de Dios, y salen a hacer cosas en su vida en los momentos equivocados. Cuando Dios da una instrucción, y tú comienzas a caminar en obediencia, Él pone señales en el camino que te dejan saber que vas por el camino correcto. No puedes hacer de esas señales la orden completa de Dios porque, más adelante, encontrarás otra señal que hará que las cosas cambien.
Lo que Dios siempre ha buscado del hombre ha sido su obediencia. Noé tuvo que obedecer para construir el arca, para entrar en ella y para salir. No cometas el grave error donde, después de obedecer para construir y para entrar en aquello que construiste, no obedezcas a Dios para salir, porque esto empeorara tu vida.
Tienes que saber que, en medio del diluvio, en medio de tus problemas, Dios te va a enviar señales, pero hasta que Dios no te diga muévete, sal ahora, no te puedes mover. No te puedes mover hasta que no esté esa voz clara en tu interior, Dios hablándote y Dios diciéndote: Por aquí es que vas, esto es lo que vas a hacer. Esto mismo sucedió con Abraham, cuando Dios le dio la instrucción de que sacrificara a Isaac.
"2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. 3 Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo. 4 Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos." Génesis 22:2-4
Abraham salió a sacrificar a Isaac porque tenía en claro la instrucción que Dios le había dado. En estos versos, se muestra que Dios no le dijo el monte en el que haría el sacrificio, pero le dijo que, en el camino, le dejaría saber. En su caminar, al tercer día, Dios le hizo entender a Abraham cuál era el monte donde debería sacrificar a su hijo. Cuando se preparaba para subir al monte, lo único que toma es la leña y el cuchillo. Isaac le pregunta: ¿Dónde está el cordero para el holocausto? Y Abraham le contesta: Dios proveerá. Cuando se preparaba para sacrificar a Isaac, Dios le dijo que no lo hiciera y le proveyó el carnero, que se encontraba a sus espaldas, para sacrificar en su lugar. El carnero estaba a sus espaldas porque la provisión nunca está delante; si lo estuviera, te moverías por tu fe en la provisión y no por fe en el Dios de la provisión. Aunque Dios no le dijo el plan y cómo se ejecutaría, Abraham hizo lo que tenía que hacer, siguió las instrucciones de Dios paso a paso, y Dios proveyó. Así que, en el momento en que recibas una instrucción de parte de Dios, lleva lo necesario que tienes a la mano y sal caminando, Dios proveerá el resto.
Noé, al igual que Abraham, hizo lo que Dios le dijo que tenía que hacer, sin saber qué le esperaría al salir de aquella arca; siguió la voz de Dios, una instrucción a la vez. La gente que hace lo que tiene que hacer, sabiendo que Dios es quien va a proveer, es la que se atreve a entrar en espacios vacíos. La gente que entra en espacios vacíos sabe que tiene que salir primero de donde está, aunque no tenga nada, porque saben que pronto llegará todo lo necesario. La provisión y la multiplicación ocurren por obediencia. Dios te envía las señales para que, al obedecer, sepas que vas por el camino correcto.
Atrévete a obedecer a Dios. Cuando obedezcas a Dios, tendrás suficiente para ir al altar, honrar a Dios y llenar la tierra. Aprende a obedecer la instrucción de Dios, sabiendo que la obediencia cuesta, y deja de emocionarte tanto por señales. Debes atreverte a salir primero, y dejar que la provisión te persiga a dondequiera que tú vayas. Aunque no veas todo arreglado, cuando obedeces a Dios, podrás ver las cosas desde una perspectiva diferente, desde un lugar alto.
Dios estará contigo, llenando todos los espacios vacíos y, en el proceso, verás su provisión detrás de ti. Dios va a multiplicar en tu vida, Dios va a traer provisión sobrenatural. Atrévete a comenzar a caminar en esa página en blanco, y deja que Dios supla cada necesidad. No es fácil, y siempre llega la duda, pero cada vez que tú das un paso, Dios se muestra fiel a tu vida. Saldrás, hoy, con el oído afinado para escuchar la próxima instrucción de Dios y tener la victoria que Él te prometió. Obedece su voz, y provisión te va a perseguir dondequiera que tú vayas, en el nombre de Jesús.
Pastor Roberto Ramírez
Tema: Provisión te va a Perseguir
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