BendicionesLa herencia más grande que le puedes dar a tu familia es su compromiso con el Señor. Recibe esta palabra.
"6 Esforzaos, pues, mucho en guardar y hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, sin apartaros de ello ni a diestra ni a siniestra; 7 para que no os mezcléis con estas naciones que han quedado con vosotros, ni hagáis mención ni juréis por el nombre de sus dioses, ni los sirváis, ni os inclinéis a ellos. 8 Mas a Jehová vuestro Dios seguiréis, como habéis hecho hasta hoy." Josué 23:6-8
Josué quería que el pueblo no cambiara el compromiso que tenían con Dios. Los hogares, por la influencia de tantas cosas alrededor, lamentablemente muchas veces comienzan a cambiar el compromiso que tienen con Dios. No se trata solo de cambiar convicciones, sino de cómo se compromete el tiempo, las finanzas, sin darse cuenta que están exponiendo su hogar a elementos que no traen bendición.
En la familia, la gente no siempre tiene las prioridades correctas con sus compromisos. Hay padres de familia que su compromiso más grande es con su trabajo, sus empresas. Trabajar no está mal, pero su compromiso más grande debe ser con Dios y luego la familia. Muchas veces surgen compromisos extracurriculares que provocan que el itinerario de toda la familia comience a moverse alrededor de eso. Sucede, por ejemplo, cuando un miembro de la familia se envuelve en un deporte; su vida y la de sus familiares, empieza a moverse alrededor de esa actividad. No hay nada malo con hacer deporte, pero no debe ser el centro de atención como para que todo lo demás gire en torno a eso. La atención primordial debe estar en Dios, la pareja, los hijos.
Tienes que saber que habrá influencias, dondequiera que te comprometas, que podrían provocar un cambio en tus prioridades. No puedes permitir que esas influencias controlen, cambien y gobiernen tus prioridades financieras, de tiempo y el lugar de Dios en tu vida. Antes de hacer un compromiso en cualquier cosa, tienes que sentarte pensar y medir, hablar con tu pareja, tus hijos, y ver cómo afectará tu compromiso con Dios y los demás miembros de la familia.
La gente a veces hace grandes esfuerzos que rinden pocos resultados para complacer a otros, pero no están dispuestos a hacer el mismo esfuerzo para intentar complacer a Dios. En temporadas de su deporte favorito, si su equipo está por el campeonato, hay países que se detienen por completo, incluyendo las iglesias. Esto no está mal porque es parte de la cultura de ese país, pero es importante que estén igual de comprometidos con Dios. Y si algún día tuvieran que escoger entre Dios y otra cosa, se debería escoger siempre a Dios primero.
Cuando no se le dedica a Dios el mismo tiempo y compromiso, se comienza a fallar, porque esto tiene un efecto en los niños, en la familia. Desde pequeños, los niños comienzan a aprender y a aceptar en su corazón la cultura incorrecta, y luego se hace complicado intentar sacarlos de ahí. Josué llegó a impactar a solo una generación. Luego de Josué, el pueblo comenzó a abandonar a Dios. Pero esto sucedió porque el pueblo no pudo transferir a las próximas generaciones el compromiso que debían tener con Dios.
"8 Pero murió Josué hijo de Nun, siervo de Jehová, siendo de ciento diez años. 9 Y lo sepultaron en su heredad en Timnat-sera, en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas. 10 Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel. Josué 2:8-10
La generación después de Josué no conocía a Jehová, ni la obra que Dios había hecho en el pueblo de Israel. Esto sucedió porque el pueblo no transfirió su compromiso con Dios a la próxima generación. Luego, en el periodo de los jueces, comenzaron a tener dificultades, y Dios tiene que levantar a distintas personas para comenzar a cambiar y dirigir al pueblo, porque habían dejado su compromiso con el Señor.
La herencia más grande que le puedes dar a tu familia es su compromiso con el Señor. Su convicción y compromiso con el Dios Todopoderoso comienza contigo. Tienes que comprometerte con Dios, con tu tiempo y finanzas. Tu mayor compromiso debe ser con Dios y todo lo que le representa, incluyendo la iglesia. Para enseñarles a tus hijos ese sistema de valores y sobre cómo establecer las prioridades correctas, tú tienes que tener las tuyas en el lugar correcto. Proponte trabajar para que tus futuras generaciones conozcan a Jehová y lo que ha hecho en tu vida y en la de tu familia. Enséñales a tus hijos lo que Dios ha hecho, y que ellos también les enseñen a sus hijos de la misma manera, para que así nunca olviden quien es Dios en sus vidas.
Pastor Roberto Ramírez