Sanidad Interior Biblica
Nuestra congregación ha pasado mucho tiempo intentando ayudar a las personas resolver las heridas de la vida a través del arrepentimiento y el perdón
El Siglo Veintiuno, un tiempo de progreso y desarrollo sin precedente, es también el tiempo de mayor división y desintegración entre familias. Muchos niños han quedado tan profundamente heridos que no están equipados para funcionar como adultos... ¡mucho menos como padres!
El desafío para la iglesia es encontrar maneras y medios para ayudar a las personas y a la vez estar dentro de las normas establecidas por las Escrituras.
En nuestro deseo de ayudar a los necesitados, hemos ofrecido gran cantidad de soluciones, que van desde consejo sabio, hasta la exhortación simple de "lee tu Biblia y ora", hasta respuestas antibíblicas y humanistas.
Me tomó tiempo reconocer la necesidad de sanar las heridas de la vida y de percibir que es realmente bíblico. Yo pensaba que las personas estaban diciendo que la obra de Cristo no era completa y que aún hacía falta más "trabajo" después de la salvación. Ahora me doy cuenta que la sanidad interior es una parte continua del proceso de santificación donde el arrepentimiento y el perdón se aplican a las necesidades profundas del corazón para recibir liberación de las heridas de la vida.
Aprendí mucho a través de mi propio temor a la intimidad. Mi pregunta - "¿Por qué siempre mantengo a una distancia a las personas?" me hizo reconocer que, en respuesta a una vida de heridas, yo había colocado muros para protegerme a mí mismo del dolor que viene después de la intimidad y confianza. Al arrepentirme y pedirle a Dios y a otros que me perdonaran, encontré una nueva y gran libertad en cuanto a mis relaciones interpersonales, tanto con mi familia como con otros.
"Después de la resurrección, Jesús lo confrontó y le preguntó tres veces: "Pedro, ¿me amas? Pedro contestó: "Sí, Señor, te amo."
Nuestra congregación ha pasado mucho tiempo intentando ayudar a las personas resolver las heridas de la vida a través del arrepentimiento y el perdón. ¡Imagínense mi gran emoción al presenciar al Espíritu Santo, en el contexto de los tiempos de refrigerio, venir soberanamente sobre las personas y en unos cuantos minutos sanarles de las heridas que bien pudo haberles tomado semanas y meses de consejería para superar! Al sanar corazones, también está sanando hogares, matrimonios, y otras relaciones interpersonales.
Veo un ejemplo bíblico de sanidad interior en la vida de Pedro. En su extrema auto confianza, él aseveró: "Señor, aunque todos te nieguen, yo no lo haré". Jesús correctamente profetizó que lo negaría tres veces antes de que llegara la mañana. Y efectivamente, Pedro obró así, y posteriormente, al recordar las palabras de Jesús, lloró amargamente. ¡Cuán fracasado se sentía!
Después de la resurrección, Jesús lo confrontó y le preguntó tres veces: "Pedro, ¿me amas? Pedro contestó: "Sí, Señor, te amo."
Después de afirmarlo por tercera vez, Jesús le dijo: "Entonces apacienta (alimenta) a mis ovejas." Es dudoso que sin esta comisión directa del Señor, Pedro hubiera tenido la confianza de llamar a nuevos convertidos a una fe que demanda fidelidad y sacrificio.
Pero después de que Jesús le restableció tres veces, diciéndole que volviera a "entrar en el ministerio" , Pedro pudo decir con valentía: "Sí, fracasé. Pero por la gracia de Dios he sido restablecido y nuevamente llamado a servir al Señor".
Es allí donde muchos nos encontramos ahora. Las personas dicen, "Yo siento que Dios jamás me podrá perdonar". Pero en estos días el Señor está preparando una novia para Sí sin mancha ni arruga. Conforme el Espíritu inquieta nuestros corazones, que estemos más que nunca dispuestos a decir, "Sí, Señor. Todo lo rindo. No sólo mis propios pecados -sino los pecados de otros en contra de mí."
Cuando yo hago llamados al altar, trato de guiar a las personas a desear participar en una oración que les guíe a dar a aquellos que han pecado contra ellos un "regalo gratis" que no merecen - el perdón; de igual manera que nuestro Padre Celestial nos ha dado un regalo gratuito que nosotros no merecemos - perdón y vida eterna a través de Jesús, nuestro Señor. Hemos de llorar desde lo más profundo de nuestros corazones, "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen."
Pastor Roberto Ramírez
Tema: Sanidad Interior Biblica
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